26 de abril de 2015
Estilos de comunicación
Cuando interactuamos con los demás, asumimos un rol concreto que nos lleva a mantener un estilo de comunicación determinado.
El modelo más extendido para identificar y clasificar estos estilos es a través de un eje continuo de agresividad en dicha interacción: Pasivo, el de menor agresividad, Asertivo, el de tono equilibrado en cuanto a la agresividad hacia el interlocutor y, por último, en el extremo de mayor agresividad, el Agresivo.
Otro modelo de clasificación incluye además de estos tres estilos, un cuarto estilo llamado Pasivo-Agresivo, que encuentra su lugar si representamos los estilos comunicativos en un doble eje:
- Eje horizontal: grado de defensa de los propios derechos
- Eje vertical: grado de defensa de los derechos del interlocutor
Según esta forma de representar los estilos, encontramos de nuevo el estilo Pasivo (no defiende sus propios derechos, dejando que se antepongan los de los demás), el estilo Asertivo (defiende y respeta los derechos del otro, pero defiende los suyos propios) y el estilo Agresivo (que defiende sus propios derechos a costa de los de su interlocutor), y se añade el Pasivo-Agresivo, que no se atreve a defender sus derechos, pero no se resigna a que se impongan los derechos del otro, por lo que critica a escondidas a la persona que impone sus derechos y llega a momentos en los que explota, mostrando agresividad.
¿Cómo reconocer estos estilos?
Para reconocer estos estilos debemos fijarnos en tres facetas del interlocutor:
- El tipo de emoción que experimenta
- El comportamiento no verbal que muestra
- El lenguaje verbalque utiliza
Tipo de emoción que experimenta
Pasivo: tiende a interiorizar sentimientos y tensiones, experimenta miedo, ansiedad, culpa, depresión, fatiga, nerviosismo, frustración… No expresa verbalmente sus sentimientos.
Asertivo: es consciente de sus sentimientos y de los de su interlocutor, y actúa aceptando tanto unos como otros.
Agresivo: vuelca la tensión hacia el exterior. Siente ira, rabia, odio, hostilidad.
Pasivo-Agresivo: según en qué momento se encuentre, sentirá las emociones del pasivo o del agresivo. Esto es extensible al resto de características de este estilo de comunicación.
Comportamiento no verbal que muestra
Pasivo: sus ojos miran hacia abajo; habla en voz baja; hace gestos desvalidos, quitando importancia a la situación; muestra una postura hundida; retuerce las manos.
Asertivo: contacto ocular directo, natural; volumen de voz normal; habla de manera fluida; mantiene un gesto firme; muestra una postura erecta; manos sueltas.
Agresivo: mirada fija; volumen de voz elevado; habla de manera fluida y rápida, precipitada a veces; gestos de amenaza; postura intimidatoria; puños cerrados, tensos.
Lenguaje verbal que utiliza
Pasivo: “quizás”, “supongo”, “¿te importaría mucho si…?”, “bueno…”, “no es importante”, “no te molestes”.
Asertivo: “pienso”, “quiero”, “hagamos”, “cómo podemos resolver esto”, “qué piensas”, “qué te parece”.
Agresivo: “harías mejor…”, “si no tienes cuidado…”, “debes estar bromeando…”, “deberías…”.
¿Qué efectos tienen estos estilos de comunicación?
El estilo predominante de una persona provoca en él unos efectos determinados, muy diferentes entre sí según cuál sea ese estilo:
Pasivo: vive inmerso en frecuentes conflictos interpersonales, la depresión y el desamparo son emociones frecuentes, tiene una mala autoimagen y una baja autoestima, se hiere a sí mismo, pierde oportunidades, vive en tensión, se siente sin control, sólo, no se gusta a sí mismo ni a los otros, se siente enfadado.
Asertivo: resuelve los problemas, se siente a gusto con los demás y consigo mismo, se gusta, se siente satisfecho y relajado, se siente con control, crea y fabrica oportunidades, gusta a los demás, es bueno para sí mismo y para los demás.
Agresivo: vive inmerso en frecuentes conflictos interpersonales, siente a menudo culpa y frustración, tiene una imagen pobre de sí mismo, aunque aparenta todo lo contrario, hiere a los demás, pierde oportunidades, vive en tensión, se siente sin control, sólo, no le gustan los demás, se siente enfadado.
Obsérvense las similitudes entre el Pasivo y el Agresivo en los efectos de su estilo. Son estilos disfuncionales, en la medida en que utilizan métodos indirectos de expresar los deseos y sentimientos y fracasan en expresar los derechos de todas las personas, crean un desequilibrio de poder en el que las dos posiciones pueden mezclarse o incluso intercambiar las posiciones, como veíamos en el estilo Pasivo-Agresivo.
Valores:
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